TRAZO GRUESO EN POLÍTICA EDUCATIVA

Hubo un presidente en Argentina hace unos 40 años que dijo que "la Política es trazo grueso". Yo, bastante impertinente de mi parte -ya que no estoy ni cerca a la altura de ese presdidente- le agregaría "la gestión es parte del trazo fino". Lo que equivaldría a que no existe "gestión sin política". He tenido oportunidad de participar en algunas campañas presidenciales y legislativas en los últimos 25 años. Es posible que por marketing político o necesidad de inmediatez se haya dejado de lado la reflexión seria sobre ese trazo grueso y se elija por presión de la demanda comenzar por el fino. Temo que muchas veces sólo por ignorancia se arranque por el "fino" y se vaya armando el "grueso" de acuerdo a como se acomodan acciones e instrumentos. Por ejemplo: nos obligan a creer que "la política" es distribuir notebooks y conectividad y no en enmarcar esa acción en un tipo de Educación que queremos, en un tipo de organización escolar que necesitamos, en un tipo de alumno que buscamos, etc, etc... Y si hay algo de "viveza", veremos que se completa con algún slogan que suene lindo al oído pero no mucho más: "Para que nuestros chicos estén insertos en la nueva cultura digital" (¿?) No le echo la culpa a nadie sobre este fenómeno pero creo que deberíamos empezar al revés.
Por eso, desde hace algunos años vengo proponiendo, cada vez que puedo, pensar algunos ejes de política educativa. Siempre es difícil sintetizarlos en un contexto de grandes cambios y novedosas demandas que ponen en tensión a los sistemas educativos desde sus políticas y desde sus prácticas pero es un desafío al que creo no debemos renunciar. Y no es sólo explicitar un par de "objetivos" sino una manera de ver la sociedad a la que queremos arribar. Para mí ese desafío se ha convertido en una cuestión central y estratégica en todos los países de la región. Ejemplo: revertir los fuertes procesos de exclusión, desigualdad e inequidad, con el límite que tiene un sistema educativo ante las dinámicas societales, nos pone en primer lugar a identificar modos de promover nuevos modelos pedagógicos y dispositivos didácticos que ubiquen el derecho a la educación en el centro de la escena social y no al revés. Y para eso necesitamos identificar el "por qué" y el "para qué". Sin dudas el "cómo" tendrá que ver con eso. Pero el "cómo" sin el "para qué" y "por qué" es "hacer por hacer". Y algunas veces, en esos casos, es mejor "no hacer nada". Sé que alguno se va a enojar con esto pero no propongo "no hacer". En síntesis, propongo "hacer bien"...
A modo de síntesis hoy arribo -"mirada personal" que no debe porqué compartirse. a estos ejes que deberían marcar el sendero de política pública educativa en Argentina. Seguramente me quede corto pero reitero: no quiero caer en eso de que "más computadoras y más conectividad", "mejores edificios", "algún idioma desde primer grado" o "una hora más" son en sí una política educativa. Creo que son sólo elementos de una "caja de herramientas" ya conocida y bastante destartalada en la que conviven un martillo con un cepillo de dientes, perdiendo de vista el cómo, cuándo y para qué usarlos...
Si esperan encontrar en las próximas líneas recetas de "cómo hacer una buena secundaria" o "qué método debe utilizarse para enseñar a leer y escribir" o cosas por estilo, les ahorro desde ya su tiempo. Pueden cortar acá y utilizar ese tiempo para alguna otra cosa que les interese más... No digo que no deban existir. Digo que deben enmarcarse en una Política. En definitiva, l
a idea principal es que estas líneas sirvan para reflexionar...


1.- La Educación es una responsabilidad colectiva de la Sociedad
La Educación es el compromiso que una sociedad reanuda con cada nueva generación. Como no se pide permiso para vivir, tampoco se pide permiso para educar y educarse. Educar es ofrecer saberes: saberes para entender, para hacer, para crear, para inventar, para trabajar, para soñar, para vivir con “el otro” en paz, saberes para poder reflexionar y accionar sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea, a partir de principios éticos. Una sociedad democrática es, por definición, una sociedad de aprendizajes compartidos, una sociedad en que el conocimiento es prioridad para la vida en común, una sociedad que basa sus acciones en la confianza mutua.


2.- La Educación no es una variable independiente
Desmontar la relación causal, directa y unidimensional que plantea el falso y equivocado “optimismo pedagógico” ligado a la modernidad:.no tendremos una economía moderna y una sociedad integrada sólo de la mano de lo educativo. La Educación no logra las transformaciones que lo social y lo económico destruyen. La escuela puede transformar sólo si es acompañada por otras políticas públicas y agencias del Estado destinadas a mejorar la vida de los ciudadanos y habitantes. La escuela sola no alcanza.

3.- La Educación (como cualquier otra área) requiere de un Estado inteligente
Nos acostumbraron a hablar del Estado por su tamaño pero invisibilizamos el para qué sirve. Para la sociedad hay un Estado, un gobierno y no decenas de organismos públicos que trabajan descoordinada y hasta veces contradictoriamente. En Educación es imprescindible reorganizarlo. ¿Con qué orientación? Necesitamos de un Estado que disponga de todos sus recursos, especialmente del más rico e importante, su gente, urdiendo una red de servicios tanto públicos como privados que movilicen todas las capacidades educativas, científicas, tecnológicas y culturales en pos de la mejora constante de la calidad de vida de sus ciudadanos. El imperativo hoy es imaginar, proyectar y ejecutar políticas integradas y multisectoriales de desarrollo social y productivo. Por lo tanto, una política educativa en sentido amplio supone políticas de comunicación, de salud, de cultura, de trabajo, de vivienda, del ocio, de la igualdad de oportunidades, de la lucha en definitiva contra las pobrezas. Construir la mejor escuela pero paralelamente trazar una calle, hacer cloacas, iluminar un barrio, acercar conectividad, mejorar el transporte y la salud, promover nuevas formas de trabajo y capacitar a los trabajadores; todo forma parte de la mejora en Educación.

4.- La Educación es “a lo largo de toda la vida” y no solamente para un período de ella
Educación es más que “sistema escolar”. Es necesario superar la tradicional mirada “escuela-céntrica”. Educación Permanente, sin perder de vista el tramo formal y obligatorio como sustancial en la construcción de competencias básicas de aprendizaje, el llamado "aprender a prender". Proyectar, en definitiva, una Educación “más allá de la escuela” complejiza la tarea de los Ministerios de Educación hoy pensados sólo para gestionar escuelas. Un ministro o ministra de Educación no puede seguir siendo el ministro que administra el sistema escolar. El ministro o ministra de Educación debería conducir una política del conocimiento.

5.- La Educación donde lo central sea el que aprende
Los sistemas educativos modernos se organizan para satisfacer el derecho de los que aprenden. Los derechos de otros actores se subordinan a éste. Cuando hablamos de Educación, hablamos de salarios docentes. Cuando hablamos de Educación, hablamos de los edificios. Cuando hablamos de Educación, hablamos del resultado de las evaluaciones de calidad. Difícilmente, hablamos del que aprende, que aprende, como aprende, para qué aprende. Y todo lo anterior (salarios, edificios, instrumentos de evaluación, resultados y todos los etcéteras que quieran agregarle) son trebejos de ese objetivo central.

6.- La Educación donde reconstruyamos el concepto amplio de obligatoriedad
En Argentina nos hemos dedicado durante varios años a destruir las palabras. Y todo suena igual o cada uno entiende lo que puede o quiere. ¿Qué quiere decir que "la Educación es obligatoria? ¿Para quién? ¿Por qué? Hoy desde la perspectiva del derecho social, es el Estado el garante y responsable de implementar y sostener la efectiva extensión de la escolaridad obligatoria hasta el nivel secundario. Algunos plantean llevar con esta misma lógica, la obligatoriedad al nivel pre-primario también sin claridad hasta qué momento de vida inicial de un niño. Pero obligatoriedad, además implica un doble juego de derechos y deberes. El derecho del que aprende a aprender, el deber del padre de enviar a su hijo a la escuela. El deber del que aprende a estudiar. En sí, un Estado que supere el rol de “garante del servicio” y su objetivo esté centrado en la calidad con una sociedad que esté dispuesta a realizar todos los esfuerzos necesarios por cumplir con ese objetivo.

7.- La Educación centrada en una nueva ciudadanía.
Cada una de las rupturas en la historia mundial tuvo su correlato en educación. Planeta cada vez más y mejor interconectado, ruptura espacio temporal, desdibujamiento de la fronteras público-privado, Estado como organización territorial dentro de organizaciones continentales. Un Estado-Nación puesto en crisis, también pone en crisis nociones centrales para la Educación: los conceptos de ciudadanía y de subjetividad. Repensar la educación para que exprese y acompañe una nueva ciudadanía global derivada de los Declaración Universal de los Derechos de Humanos de 1948 y la ética de la alteridad (responsabilidad por el otro) es parte hoy de la política educativa. .

8.- La Educación basada en el "derecho a aprender" más que el derecho “a acceder o permanecer en la escuela”
Inclusión y Calidad, dos ejes medulares vistos como uno solo, sin fragmentación, especialmente para los sectores más vulnerables. De los dos, la calidad es fundamentalmente una responsabilidad propia del sistema educativo: cultura de la evaluación de procesos, resultados, rendimiento de los alumnos, programas educativos, materiales curriculares, práctica docente, instituciones, sistema en su conjunto y la propia evaluación con el objeto de mejorar la valoración y la toma de decisiones en Educación. Pero la inclusión no es exclusiva responsabilidad del sistema educativo. Sólo lo es parcialmente. Hay que mejorar el impacto de la fuerte expansión de programas de atención a grupos en riesgo educativo para garantizar retención escolar (becas estudiantiles, ayudas escolares y otras alternativas) que se multiplican a nivel nacional, provincial y municipal pero fundamentalmente es necesario explorar otros formatos y procesos educativos realizados en contextos no escolarizados, que apoyados en las tecnologías de la información y la comunicación, superen la tradicional forma escolar, atendiendo demandas educativas de alumnos, padres, comunidades y otros actores de la sociedad.

9.- La Educación para los que "no incluidos"
La escuela es inclusiva por definición. Pero también es cierto que así como otros conceptos también hemos vaciado el concepto de escuela y en muchos casos no logra su objetivo. Entonces es momento de “incluir” a aquellos que el propio sistema tradicional difícilmente incluya. Parece un juego de palabras, pero no lo es. El sistema escolar no se transformará con la velocidad que requiere la formación y capacitación que necesitan miles de jóvenes y adultos. Por ello a la mejora de la calidad de los aprendizajes de aquellos que están incluidos hay que sumar el desafío que se presenta con aquellos que no lo están. Para todo esto habrá que perseverar en la reconstrucción de un escenario de mayor justicia social que brinde la posibilidad de una universalización de la educación y en el marco de una política de calidad y metodologías flexibles, diseñar estrategias escolarizadas, semi-escolarizadas y no escolarizadas, con procesos convencionales y no convencionales de aprendizaje con el fin de alcanzar a todos. Acá la tecnología y el real acceso de calidad a ella juega un papel crucial.

10.- La Educación en términos de sistema escolar es uno solo
Las reformas de los gobiernos casi en un 100% tienden a ocuparse exclusivamente del sistema escolar público "de gestión estatall" (¿asumirán errónamente y por defecto que éste es el que frecuentan los pobres y el único que requiere mejorarse?) y en el fondo refuerzan estereotipos equivocados en el imaginario colectivo (“la educación pública es mala y la educación privada es buena”) que no se corresponden del todo con la realidad. En todo caso una política educativa debe pasar del actual y velado modelo competitivo a un claro y definido modelo colaborativo entre ambos tipos de gestión ya que el sistema educativo escolar es uno solo.

Son 10. Estoy seguro que ustedes podrían aportar muchos más.
Dejo aquí ya que seguramente es un tema que nunca concluirá y siempre habrá nuevas miradas y aportes.

Aunque parezca una tontería necesitamos ponernos de acuerdo en ese "trazo grueso", el que nos marca el sendero. Después cada uno elegirá cómo transitarlo...

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