La exclusión de Argentina de PISA 2015, ¿Sabremos alguna vez qué pasó?

Estuve garabateando el fin de semana largo varias veces una hoja en blanco para publicar en mi blog algo sobre este tema. Creí desde un principio que sería un craso error dejar pasar esta enorme oportunidad para profundizar sobre PISA, la evaluación y el verdadero impacto sobre las políticas educativas. Pero todo lo que escribía no me terminaba de convencer. Arranqué una y otra vez sin encontrar el equilibrio justo para llegar a publicar. Hoy martes 13 de diciembre me levanté pensando en darle un punto final a esta deuda y me encontré con esta "perla" en el muro de Facebook de Mariano Narodowski que resolvió todos mis "problemas". Revisé parte de lo que había escrito en mi borrador y me emocionó ver que coincidía ciento por ciento con mi planteo original. Todavía más, ¡estaba mucho mejor explicado que en mi texto! Pedí permiso a su autor y aquí está... No más palabras mías. Al texto directamente...
¡Gracias enormes, Mariano!


La exclusión de Argentina de PISA 2015, ¿Sabremos alguna vez qué pasó?
Mi punto de vista sobre las pruebas PISA está en minoría.
Estoy lejos de verlas como un tótem a ser venerado pero lejos también de pensarlas como una estratagema de dominación neoliberal. Son, apenas, una herramienta más (con sus virtudes y defectos) para identificar rasgos del funcionamiento educacional de un país, a lo largo del tiempo y comparado con otros países.
La exclusión de la Argentina en las Pruebas PISA no debe ser considerada como “un escándalo” o “una vergüenza”: esos son solo apelativos morales que sirven para indignarse pero nos llevan a la impotencia.
El daño provocado con la exclusión es grande: ni quienes planifican políticas educativas ni quienes estudiamos la educación a escala mundial podremos usar estas bases de datos como instrumento de mejora. Pero hay un perjuicio aún mayor: la cultura de la evaluación ha recibido un golpe brutal y quienes rechazan las evaluaciones tienen un nuevo e inesperado argumento.
Los motivos de la exclusión aducidos por los organizadores de PISA son claros: el cambio de marco muestral ofrecido por el Gobierno Argentino generó una muestra sesgada y la mejora en los resultados de Argentina en PISA 2015 puede deberse a esta decisión. Hasta ahora sólo tenemos esa sola versión pero que yo sepa seguimos siendo ciudadanos argentinos que merecemos una explicación de la Argentina.
El Estado argentino debería brindar una explicación precisa de lo ocurrido. En un país en el que los datos del INDEC se manosearon por medio de una patota que amenazaba a técnicos en estadística y a empleados públicos, la manipulación política resulta la hipótesis de la calle y de los medios, pero no es suficiente.
Resulta indispensable que el Estado convoque de inmediato a una evaluación técnica independiente que dictamine sobre las causas de lo ocurrido para así deslindar responsabilidades pero sobre todo para comprender la lógica de las decisiones tomadas y no volver a repetirlas. Eso en caso de que la OCDE esté en lo cierto. Pero cabe la posibilidad de que la gestión anterior haya operado correctamente: ¿Podremos alguna vez saber qué pasó?
El tema del sorpresivo aumento en el rendimiento de los estudiantes en la CABA también debe ser investigado: la Ciudad está más cerca de Estados Unidos que de Chile en matemáticas y no es que haya existido una política educativa que explique semejante crecimiento. Mirándolo con su mejor luz, es argüíble que el rendimiento en PISA 2012 haya estado por debajo del esperado y el de 2015 se ajuste mejor a la realidad. Sin embargo, las sospechas de entrenamiento de los alumnos deben ser aclaradas.
Hace veinte años que propongo que las evaluaciones educacionales no pueden ser ejecutadas por los mismos funcionarios que directa o indirectamente son evaluados. Es momento de implementar una agencia pública de evaluación financiada por el Estado pero absolutamente independiente de los gobiernos, con un marco institucional que resguarde a las evaluaciones de estos problemas.


Mariano Narodowski
Doctor en Educación Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP, Brasil)
Ex- Ministro de Educación - Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Comentarios