De paros docentes, propuestas educativas y falta de recursos: la "cara oculta" de lo educativo


Tengo grabado en el recuerdo un reportaje al ex Presidente de Chile (también fue Ministro de educación y de Obras y Servicios Públicos de el mismo país), Ricardo Lagos, en el que explica muy bien la diferencia entre aquellos funcionarios de un gobierno que administran áreas que “gastan plata” y los que se preocupan por originar recursos para que los otros “gasten”... (si querés podés verlo acá a partir del minuto 12.38)

Una vez más estamos frente a un paro docente. Esta vez tras el receso invernal, los docentes bonaerenses no vuelven a las aulas. Una vez más la discusión salarial quita horas de clase y restringe la educación de casi cinco millones de niños y jóvenes se vuelve a ver perjudicada. No hay mucho por decir de este hecho puntual. Escucharemos en las próximas horas todo tipo de argumento a favor y en contra. Me quise correr del lugar común… Por eso me pareció interesante abordar el tema desde otra óptica.

En este mismo contexto hace muy pocos días la provincia y la Nación volvieron a mostrar el nivel de impericia con el que se trata el tema educativo en Argentina. La Ley Nacional de Educación de 2006 sostiene que las escuelas de nivel primario serán de jornada extendida o completa. La Ley de Financiamiento Educativo dispone que en el año 2010 el 30% de la oferta de matrícula de nivel primario de todo el país debían tener esa carga horaria. Ambas regulaciones parecen buscar la alteración del tiempo escolar en beneficio del enriquecimiento de la propuesta educativa. Estamos en 2014, han pasado cuatro años de la fecha límite planteada por las normas y en la Provincia de Buenos Aires no se ha avanzado casi nada.

En este blog he sostenido que habría que revisar ese paradigma puesto de moda en estos últimos tiempos: “extensión del tiempo escolar” de por sí "garantiza mejoras en la calidad de los aprendizajes”. No haré aquí un análisis sobre eso. Sin embargo y aceptando que esto fuese verdad. Lo cierto es que fue aprobado y es ley, todavía el incumplimiento de los poderes públicos sigue allí y habría que buscar el porqué de ese incumplimiento.

Primeramente parece un tanto descabellado (lo parecía en el momento de su aprobación, lo parece también ahora) que se pueda cumplir con ese objetivo sin tener previamente un análisis de los recursos necesarios para la meta. Ni en ese momento, ni hoy, existe un trabajo serio que dé cuenta del costo para los Estados Nacional y provinciales para obtención del objetivo propuesto. No digo del 100%, sino “tan sólo” del 30% planteado por la misma ley. Sí, existen algunos trabajos parciales que hablan de cifras siderales y a la luz de ellos, algunos expertos dudan si el costo justifica el beneficio a obtener.

Es así como el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, firmaron hace muy poco, en el 2014, un convenio para avanzar en la implementación de la jornada extendida en escuelas primarias de gestión estatal bonaerenses.

El convenio plantea la incorporación de 125 instituciones del nivel primario que readecuarán su jornada este año, y otras 100 que lo harán en el año próximo, beneficiando, según los datos oficiales, a 30.000 chicos. A partir del aporte de $370 millones del Estado Nacional establece acciones y responsabilidades conjuntas para ambas administraciones. La cartera educativa nacional se compromete a cooperar con la provincia a través de orientaciones federales, ofertas de capacitación docente, y asistencias técnicas y financieras para el desarrollo de la propuesta, haciéndose cargo de obras de infraestructura y equipamiento y del complemento salarial según corresponda para los cargos requeridos.

En contrapartida, la Dirección de Cultura y Educación bonaerense asume el compromiso de encuadrar el modelo organizativo y pedagógico de las instituciones dentro de los Lineamientos Nacionales para la ampliación de la jornada escolar en el Nivel Primario. Esto implica una carga horaria de 35 horas en las escuela para los alumnos y 40 hs. para los docentes. Esta carga horaria para los docentes incluye tiempo de trabajo institucional, individual y colectivo. A futuro, la provincia se compromete a incorporar los costos en sus propios presupuestos.

Para completar no debemos olvidar que la provincia de Buenos Aires es la segunda jurisdicción en términos de porcentaje del presupuesto general que dispone para Educación rondado casi un 30% del presupuesto para el área.

Sin embargo, hay algo que pocos remarcan: el problema de recursos de la provincia producto del déficit estructural que posee, una realidad que en algún momento las actuales autoridades provinciales expusieron y que en los últimos tiempos han acallado

Para los que más saben sobre estas cuestiones esto es parte consecuencia de la renuncia de la provincia a exigir que se debata una reforma al sistema de coparticipación federal. Bajo el actual sistema y desde hace varios años la provincia de Buenos Aires resulta una de las más afectada en el reparto.

No me meteré con el "Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense" creado a principios de la década de 1990 (se lo dejo a los que más saben sobre esto) pero sí me interesa traer aquí otro fondo específico para Educación… En 1992, el traspaso de los servicios educativos de la Nación a las provincias a través de la Ley 24.049 llevaba implícito el reparto de fondos tendiente al igualitarismo por alumno. En aquel momento la administración nacional repartía los fondos entre las provincias de acuerdo al peso que en el gasto transferido representaba cada jurisdicción. Sin embargo, ante la falta de actualización de esos montos retenidos y en función de los incrementos salariales, la Provincia resultó altamente perjudicada. Todo, a pesar de que el artículo 15 de la ley de transferencia educativa prevé que si lo recaudado no alcanza a cubrir el costo de los servicios, "el gobierno nacional financiará automáticamente la diferencia".

Acá, algunos números que demuestran este desfasaje. En 2014, la Provincia recibirá $452 millones por los servicios transferidos, mientras que su costo asciende a más de $3.500 millones. De esta forma, el monto recibido en materia educativa representaba en 1995 el 19% del gasto del servicio en la provincia, mientras que en 2014 sólo cubrirá el 1,2%.

Esa pérdida de recursos ante la falta de actualización del sistema de coparticipación federal, y pese a la mejora en la generación de recursos propios, provoca un deterioro creciente en las finanzas públicas de la Provincia. Desde el 2006 ese monto no varía.

Así, mientras la provincia de Buenos Aires es el distrito que más recursos coparticipables aporta (39% del total), en términos de Producto Bruto Geográfico es una de las provincias que menos reciben (3,6%).

Toda esta situación arroja un panorama preocupante en materia fiscal para la Provincia, a tal punto que a partir del 2012 se estableció un déficit de $9.042 millones y creciendo para el 2013 y el proyectado 2014, cuando en 2007 las arcas provinciales arrojaron un superávit de poco más de $1.000 millones.

Si ese monto hubiese crecido al ritmo del aumento nominal de los recursos coparticipables recibidos, hoy la provincia percibiría el doble del Fondo: unos $100 millones más de lo que “graciosamente” le otorgará la Nación para resolver parcialmente el tema de la extensión de la jornada escolar. Es más, si hubiese crecido acorde al incremento nominal de los fondos recibido por Ley de Financiamiento los montos se cuadriplicarían... En apretada síntesis: lo que girará Nación para que la provincia empiece resolver la jornada extendida son “migajas” de aquello que le correspondería… ¿Y si la provincia recibiera lo que tiene que recibir por derecho? Sí, es cierto: allí desaparecería estas rarezas de la discrecionalidad…

No es una casualidad que Domingo Faustino Sarmiento inicie su libro “De la Educación Popular” reservando el primer capítulo al financiamiento de la Educación. El libro producto del Informe presentado al Ministerio de Instrucción Pública de Chile, en marzo de 1848, con las investigaciones realizadas durante sus viajes por Europa y Estados Unidos aprendiendo sobre los sistemas educativos nacionales, es un trabajo ejemplar. Con meticulosidad extrema, todavía sirve, como ejemplo, para pensar la educación en nuestro país, colocando en un primer plano cómo se obtienen y distribuyen los recursos en Educación, algo que muchos hoy en día parecen olvidar a la hora de pensar y diseñar políticas educativas...

Comentarios

  1. Muy buen análisis,Flavio! olucigno)

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  2. Atinado, completo y excelente trabajo.

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  3. Buenísimo tu análisis, soy docente hace 20 años en pcia de Bs.As y vivi todo el retroceso en la materia, todos los cambios curriculares y la desidia de los gobiernos, gremios y muchos docentes.

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