Educación Secundaria: Tomas y Cambio. Notas por debajo de la superficie


Mientras escribo, hoy jueves 26 de septiembre de 2013, hay 18 escuelas tomadas en la Ciudad de Buenos Aires por un grupo indeterminado de adolescentes. El motivo explicitado por los “alumnos tomadores” es la lucha frontal a la propuesta del Ministerio de Educación local en torno al cambio curricular en el nivel secundario que tiene alcance nacional. El reclamo: “queremos decidir cómo van a ser nuestros planes de estudio, qué nos van a enseñar”... Hace exactamente un año publicaba una nota en este mismo blog sobre el mismo tema…
Cierto es que existe consenso en la necesidad del cambio. Ya en el articulado de la Ley de Educación Nacional aprobada en el 2006 se planteaba esta necesidad. Sin embargo, existen resistencias. Cabría preguntarse entonces si el acuerdo en su momento alcanzó a cualquier tipo de cambio o qué alcances tiene ese cambio… Algo que pareció desde un principio algo no tan explícito…

Con algunos errores, algunos de índole conceptual, otros de implementación (como el de aceptar la rara y virtual ampliación de la participación otorgada a cada comunidad educativa dando un poder de decisión en los alcances de esos cambios), existen cuestiones profundas soslayadas a la hora de hablar de estos temas. Ciertamente la violencia física y simbólica que produce la toma de una escuela desplaza el eje y en el común de la gente empiezan a tallar otros elementos difíciles de “esterilizar” en el debate…
No deseo “escapar” del tema: veo “las tomas” más como un subproducto del abandono del rol y responsabilidad de los adultos que de la “obtención por lucha” de los adolescentes de un espacio que creo sinceramente no les corresponde… Sin embargo, prefiero aprovechar estas líneas para traer alguna información que poco circula, vaya uno a saber porque…
Desde el 2010, parece ser que la Ciudad inició el camino de reformas que parece más centrado en el qué se enseña en cada escuela y qué títulos distribuirá el subsistema de nivel medio que en otras dimensiones tan importantes como esas. Para darle “sustento legal” se invoca al articulado de la Ley de Educación Nacional. El objetivo explícito: adecuarse a ella. Pero esto es cierto sólo parcialmente...
Esa ley, además de la obligatoriedad y objetivos del nivel, plantea un reordenamiento de la escuela secundaria: la divide en dos ciclos, uno Básico de 2 años, de carácter común a todas las orientaciones (palabra utilizada por la ley) y uno Orientado de tres. Nada dice lógicamente de cuáles serán esas orientaciones. Es el Consejo Federal de Educación (CFE), el órgano formado por todos los ministros de educación de las provincias, presidido por el Ministro nacional, que sirve fundamentalmente para concertar y coordinar política educativa con objetivo de construir unidad del sistema nacional, quién se encarga de garantizar la revisión de la estructura curricular de la Educación Secundaria. Tras varios años, el CFE aprueba la Resolución N° 84/2009, en las que define, entre otras cosas, que en todo el país habrá sólo 10 orientaciones para ese segundo ciclo orientado de tres años. Sin dudas esto trae un verdadero problema para la Ciudad… Para la “autónoma” Buenos Aires, lo propuesto, es leído como un retroceso en el largo discurrir de su historia educativa. Necesito ir un poco más lento acá: hay que recordar que Ciudad fue una de las poquísimas jurisdicciones que resistió con éxito las reformas planteadas por la Ley Federal de Educación de la década menemista, logrando sostener y potenciar una diversidad de propuestas para el nivel que otras provincias perdieron. Los casos más claros: las escuelas de educación técnica y las escuelas de educación artística. En esa dinámica, la Ciudad mantuvo una riqueza de ofertas que se multiplicaron a lo largo de estos últimos años… Esto queda demostrado en el número de certificaciones de nivel medio que extiende nuestra Ciudad actualmente: 158 “títulos” secundarios diferentes. ¿Eso está mal? Algunos creen que sí. Sinceramente esa postura la considero, para ser respetuoso, por lo menos, un tanto liviana. Se arguye que si la oferta es diversa se producen problemas en la articulación horizontal del sistema. Si los planes de estudio difieren tanto en carga horaria de las asignaturas como en la cantidad de años en los que es dictada, estas diferencias obstaculizan la movilidad de los estudiantes y contribuyen a generar situaciones de inequidad. Para los que son menos duchos con la terminología: el argumento es que trae problemas al momento en que los alumnos desean cambiar de planes de estudios… Para mí, reitero, una argumentación poco feliz. Intentan mostrar como problema algo que de hecho ya está resuelto con una serie de normas que regulan las equivalencias entre planes y que resuelven estos inconvenientes. En todo caso una mejor articulación debiera pensarse pero bajo la idea central de no inhibir la diversidad… A esta altura de la historia de la educación de nuestro país la unidad del sistema no puede pasar por la homogeneidad de planes de estudio sino todo lo contrario… No imagino a un Ministro argumentando la necesidad de que todo sea igual para todo el país, ni para toda la Ciudad de Buenos Aires… ¿Qué todos los pibes tienen que saber un mínimo de conocimientos que puedan acreditar a la finalización del cada ciclo? Sin dudas. ¿Pero que todos sean iguales? No imagino a ningún ministro… En el fondo, me parece, que lo que esconde el planteo es una embestida a las autonomías provinciales que pueden y deben tomar sus propias decisiones en un marco de unidad, no de uniformidad…
Para describir sintéticamente lo ocurrido: el CFE aprobó 10 orientaciones. La Ciudad las aceptó firmando la resolución del CFE en 2009. Según el Ministro de Educación de la Ciudad no hay que confundir “orientación” con “títulos”. Según esta mirada cada orientación puede contener diversos títulos. Cada orientación por lo tanto puede contener varios planes de estudios diferentes siempre que cumplan con esa orientación. Sin embargo, eso no parece desprenderse de la Resolución N° 84 en sus artículos 6° y 7°… De cualquier manera, a la Ciudad no le alcanzaron esas 10 orientaciones para acomodar esos 158 planes de estudio que posee. Tiempo después de comenzar esa implementación la Ciudad reconoció que no alcanzan y pidió al CFE que amplíe el número de orientaciones a 17. A la fecha, ese pedido no fue respondido todavía satisfactoriamente.

Pareciera haber entonces un primer error de las autoridades de la Ciudad: haber aceptado y firmado esa resolución del CFE que restringía sus actuales ofertas. ¿Podría no haber aceptado? En este punto hay un elemento que sólo propondré como título pero que en algún momento habría que profundizar: la Ley de Educación Nacional en su artículo 118 define que las resoluciones del Consejo Federal de Educación son de cumplimiento obligatorio, cuando reunido en Asamblea el Consejo así lo disponga. Sobre este elemento gira un argumento casi conminatorio de las autoridades locales: “si no hacemos los cambios que la Nación propone los títulos que otorga la Ciudad perderán su validez nacional”, dicen… Dejénme dudar: por diversos motivos habría que analizar jurídicamente si esto es realmente posible... De hecho con Ley Federal de Educación los títulos no perdieron validez nacional, aún cuando en Ciudad no hubo adecuación de planes y estructuras a esa ley.
Pero volviendo al hilo central, por suerte hoy se habla de una nueva prórroga en el inicio de la implementación para el año 2015 (ya hubo otras). Parece que varias provincias no han hecho todo lo que había que hacer para arrancar con el cambio curricular, probablemente producto de una dificultad para mensurar la magnitud de la transformación y la cantidad y calidad de los recursos técnicos necesarios para realizarla con éxito en cada una de las jurisdicciones. Sin dudas, no sólo es pensar orientaciones, planes de estudios y certificaciones… Hace falta mucho más que distribuir materias cronológicamente a lo largo de una carrera…

Quedan sin dudas muchísimas preguntas sobre lo hecho por Ciudad en el plano estrictamente curricular. Hay material escrito para analizar en la web del Ministerio... Incógnitas en referencia a faltantes en el perfil del egresado deseado o la decisión política de dejar que cada comunidad educativa elija la orientación con criterios que terminan privilegiando los actuales condicionamientos de esas escuelas sin una una mirada global de la oferta educativa en el nivel para la Ciudad, para dar algunos ejemplos. Pero prefiero dar un corte y esperar las seguras correcciones que deberán operarse en este proceso para que llegue a buen puerto...
Lo que sí queda claro es que una verdadera transformación no es fácil y debería ser pensada en todas sus posibles dimensiones. En todas… también, más allá de lo curricular… Debo reconocer que cuando estaba terminando de escribir me llegó un tuit de Mauricio Ocampo que resolvió (él y no yo...) el colofón de esta nota de una manera casi genial…
Coincidiendo plenamente, Mauricio aporta, en línea con un difundido trabajo de David Tyack y Larry Cuban que da cuenta de las permanencias en lo escolar, el concepto de “gramática escolar”. La cuestión acerca de lo permanente y el cambio en los sistemas escolares hoy es tema del campo pedagógico. Tyack y Cuban emplean la analogía “gramática escolar” para designar las estructuras profundas, las reglas y normas, las costumbres y prácticas que se comparten de manera implícita entre los actores de la comunidad educativa, de tal forma que le dan sentido al trabajo escolar.
Por eso, prefiero quedarme con las palabras de Mauricio… A lo mejor así, también terminamos de entender un poco más y al mismo tiempo, algo de este tema de las tomas…


Nota: Gracias a Mauricio Ocampo...

Comentarios

  1. Un honor Flavio estar citado en tu blog y haber sumado algo para que todos pensemos en esa gramática escolar que urge. Abrazo.

    ResponderEliminar
  2. No me dedico a la docencia, pero la idea de la uniformidad en la educación me parece totalitaria, y no tiene nada que ver con la equidad.

    ResponderEliminar
  3. Coincido, la transformación no solo se debe dar en lo curricular, debe abarcar TODAS las dimensiones que hacen a una institución y satisfacer a las demandas sociales sin perder de vista su finalidad, que por cierto está muy poco claras. Cómo y el para qué??

    ResponderEliminar
  4. Flavio, interesante el aporte, como siempre. Y también la respuesta de Narodowski. Abrazo. Román

    ResponderEliminar
  5. Flavio, interesante el aporte, como siempre. Y también la respuesta de Narodowski. Abrazo. Román

    ResponderEliminar
  6. Flavio, interesante aporte, como siempre. Y también el de Narodowski. Hecha un poco de luz sobre un conflicto que no se puede entender mirando los noticieros (porque se quedan en la anecdota de la toma).
    Abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario