Yo ví el programa de Lanata...

La verdad que es una de esas situaciones en las que es difícil escribir en una apretada síntesis todo lo que pienso, sin caer en lo mismo que hace un periodista en televisión: resalta aquello que más llama la atención y genera un impacto para mantenernos lejos del control remoto.
¿Habría muchísimo más para decir? Siempre en Educación, como en muchas otras áreas, hay más para decir… Y eso es bueno…
En principio quiero introducirme al tema desde cuestiones un poco más generales para desembocar en los 3 nudos o bloques que el propio programa planteó y decir “algo” (aporte) sobre cada uno de ellos.
Lanata mostró sólo la punta de un iceberg con el cual chocamos hace “una hora y media” y todavía no nos percatamos que por eso nos estamos hundiendo (el Titanic tardó 2 horas y 40 minutos desde el momento del impacto hasta su hundimiento definitivo). Al menos no nos dimos cuenta en términos “públicos”. En ámbitos académicos, siempre “menos públicos”, o en las propias escuelas, lo que mostró Lanata es bien conocido. Más allá de los pocos datos que entregó (más no hubiese sido efectivo seguramente) parece ser que el camino que hemos emprendido no nos está conduciendo a los objetivos que buscábamos alcanzar. Algunos le echarán la culpa a las consecuencias de la “Ley Federal de Educación” pero ni aún en los lugares donde hubo fuertes resistencias y políticas diferentes a las propuestas por esa ley hoy se notan muchas mejoras por el camino elegido para corregir esas supuestas deficiencias… Ni todo fue culpa de la implementación de la ley, ni todo lo que se hizo después sirvió, ni todo está tan mal para no poder repararlo… Lo segundo es que habrá que ver las repercusiones del programa en el tiempo. Aunque en esto, soy bastante pesimista. No es malo mostrar lo que Lanata mostró. Malo es que no tomemos ésto como punto de partida de un verdadero debate sobre nuestra educación y nuestra sociedad, poniendo en duda mucho de lo “naturalizado” por el discurso oficial educativo que venimos arrastrando desde hace ya un par de lustros. Un poco este blog se origina en este último punto: en Educación venimos repitiendo varias “fórmulas míticas” que por lo visto no han servido del todo. Algunas pueden ser el punto de partida. Otras sirvan como modelo y otras, después después de un profundo debate haya que desecharlas… Para ejemplificarlo sólo voy a tomar ideas del ex-ministro de Educación y actual Senador Daniel Filmus. Previo a ser ministro de Educación (y también siéndolo) sostenía en su discurso la metáfora de que la escuela se había convertido en un paracaídas: no aseguraba el ascenso social pero atenuaba la caída. Lo cierto es que todo paracaidista, antes o después, llega al suelo… Seguramente el actual senador planteaba esto en un momento de incertidumbre como fueron los últimos años del s. XX y los primeros del s. XXI y no consideraba esto como lo mejor. Lo cierto es que esa metáfora, en términos prácticos, terminó abonando a la idea "políticamente correcta", que el mejor lugar para los pibes estén es la escuela: algo que parece, tampoco se cumple del todo. Sin embargo, el combo "metáfora + idea políticamente correcta" hizo, según algunos, que Trabajar sobre la permanencia de los chicos en la escuela fuera más una cuestión de contención que de producción de transformaciones en la biografías de esas personas… Algunos comúnmente llaman “depósitos” de pibes a las escuelas. Así los que están “afuera” no aprenden porque “están afuera”, los que están “adentro” no aprenden porque, si buscamos excelencia “los dejamos afuera”. No adscribo a los que dicen que nada pasa con el pibe que está “adentro” pero la verdad parece que "pasa poco" y que "podría pasar" muchísimo más… Así, una posible prueba de como un elemento del discurso puede ayudar a no acercarse a los objetivos deseados…
Hecha estas salvedades, ahora sí al programa Periodismo para Todos. El primer bloque fue dedicado al trabajo de la “Agrupación La Cámpora” en escuelas secundarias. Me parece desproporcionado adjudicar a la organización política montar, por lo menos en esta etapa, un mecanismo de “lavado de cerebros” generalizado en establecimientos educativos. La verdad que no debería haber problema de que una agrupación, ésta u otras, trabajara en el marco de los organizaciones estudiantiles. El problema real es de arrastre: el desdibujamiento de la frontera entre el Estado y la sociedad civil. Pero no es de extrañar: he tenido en estos últimos años discusiones con docentes que definen a los “gremios o sindicatos” como instituciones del Estado. Fundamentalmente creo que esto ocurre porque esa división no existe en el discurso oficial en la Argentina… Hoy lo aplican organizaciones kirchneristas, mañana podrían ser otras… Errores conceptuales sobre el Estado, la República y la Democracia que con seguridad podrán explicar mejor los politólogos que yo… En este contexto de “promiscuidad” entonces no está mal que una agrupación política estudiantil distribuya los libros u otros recursos provenientes del Estado. En la Ciudad ya ha pasado: durante las tomas de colegios del año 2007, alumnos secundarios fueron convencidos para abandonar la medida a cambio de que ellos mismos “administrarán” la distribución de un número determinado de becas. Los adultos enseñando a los jóvenes… Debo decirles que la distribución no fue para nada mala. Los pibes le dieron la beca a quien más la necesitaba. Sin embargo, el principio de igualdad frente al Estado se desvió y se corporativizó la distribución de un beneficio. Nada diferente a como se accede a un plan social o un de plan de trabajo en algunas cooperativas de organizaciones sociales… ¿Está mal? La respuesta parece obvia, pero no para todos…
Sin embargo creo que no deberíamos centrar a lo que hace "La Campora" como un problema educativo. Por lo menos en principio para no encorsetar el debate. A Lanata, ¿le sirvió para poner foco en el tema educativo? Está bien. Ahora, adelante sabiendo que esto está mal y habrá que corregirlo rápidamente. Quedará a cargo de las autoridades escolares, distritales y de gobierno el hacer cumplir las normativas que ya existen. Para el que no las cumpla, las propias normativas proponen soluciones.
El segundo bloque es un poco más interesante. Después de algunos datos que seguramente llamaron nuestra atención sobre deserción y sobreedad en el ciclo medio, un par de datos sobre cuestiones más sociales: el festejo de los cumpleaños y a cuantos chicos le leen en sus casas. Lamento que Lanata no haya citado la fuente: un muy buen trabajo de la Universidad Católica Argentina con su Observatorio de la Deuda Social. Para este caso el Informe sobre el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia. No quiero avanzar mucho sobre esto último ya que próximamente tenía pensado postear algo que vengo escribiendo sobre lo mismo. Sin embargo, quiero sólo comparar un par de datos para que veamos la profundidad de la problemática de los primeros datos: deserción, repitencia y sobreedad en la escuela secundaria. Lanata plantea que, según la UNESCO, sólo el 43% de los pibes terminan el secundario en el tiempo que lo deberían hacer…43% de los que se inscriben que no son todos los que terminan el primario. En algunas jurisdicciones, la Ciudad de Buenos Aires un ejemplo de ello desde hace más de 15 años, por suerte el paso del primario al secundario se da sin pérdida de alumnos: casi el 100% de los que terminan siguen estudiando en el secundario.  Los problemas vendrán en el paso de primero a segundo año y principalmente de segundo a tercero… Allí se ubican los mayores índices de repitencia (que puede convertirse en deserción). Y esto provoca otro hecho que se convierte en indicador: la sobreedad. Ya en primaria ha aumentado esta problemática: 17,2% en el 2010. ¿Qué es la sobreedad? Los chicos no cursan sus estudios en los años que debieran hacerlo, o por repitencia o por abandonos transitorios… Según las estadísticas del Ministerio de Educación de la Ciudad en el secundario estatal la sobreedad subió del 44% al 48% entre 2003 y 2010 y se ha incrementado la repitencia en casi 4 puntos hasta llegar al 15,7% en ese mismo período. Hace 15 años esos datos no llegaban al 30 para la sobreedad y no superaba un digito el de repitencia (8,7% año 1997). Repaso: en la Ciudad de Buenos Aires (ni Chaco, ni Formosa) la mitad de los chicos que están en el secundario no terminan el secundario en los años que tendrían que terminarlo (6 puntos más que la media nacional planteada en los datos que ofreció Lanata sacados de la UNESCO). Sin dudas, el “contrato fundacional” de las instituciones educativas del ciclo medio no contenía la necesidad de incluir a todos los sectores y trabajar sobre la permanencia en el sistema. Históricamente el que no podía estudiar secundario o “fracasaba” terminaba incorporándose tempranamente al mundo laboral. Pero hay algo que debemos remarcar: la obligatoriedad del nivel secundario en la Ciudad ya cumplió 10 años (en el país 6). Por los números no pareciera que estemos trabajado lo suficiente para lograr el objetivo de incluir a todos, de la mejor manera y en el mejor nivel… Una de dos: o revisamos las estrategias adoptadas para ver en que nos estamos equivocando o revisamos el concepto de “para todos” para ver si es lógico incluir pero sin transformar las trayectorias escolares y los aprendizajes de los chicos… Hay muchísimo más para decir, principalmente mirándolo desde el lugar de la desigualdad social. Desigualdad que, a la luz de algunos indicadores, como contábamos en posteos anteriores, pareciera no achicarse. El debate está abierto…
Por último el programa, intenta desmitificar el discurso en torno a la infraestructura escolar. Nada nuevo en la Argentina. ¿Quién no escuchó decir que tal o cual gobernador inauguraba escuelas con mobiliario que después desmontaba y llevaba a otra nueva inauguración? ¿O que alguien inauguró la misma escuela un par de veces? Lo cierto es que los contundentes números oficiales, con las salvedades que el programa mostró, dan que el gobierno que más escuelas construyó en promedio fue el primero de la actual democracia en Argentina conducido por Raúl Alfonsín. Y eso es bueno que fuese así ya que frente a los años de desinversión de la dictadura los primeros debieron salir rápidamente a solucionar mayores problemas que los que vinieron después… Sin embargo, las diferencias sustanciales entre los momentos económicos del país donde las condiciones objetivas de los últimos años podrían haber acelerado la cancelación de las deudas que quedaron. Con mayor inversión presupuestaria en Educación y después de haberse producido en los 90 la transferencia de la gestión de las escuelas de nivel medio y superior a cada provincia, se verifica que la Nación construye menos que antes… Sino comparemos estos números oficiales:

Gobierno de Alfonsín Gobierno de Menem Gobiernos de Kirchner
Fernández de Kirchner
(1983-1989) (1989-1999) 2003 -2012
2418 escuelas
2038 días
1 escuela cada 0,84 días
3077 escuelas
3805 días
1 escuela cada 1,2 días

1318 escuelas
3368 días
1 escuela cada 2,5 días

Pero estos datos solo sirven para la comparación: donde falta infraestructura escolar los datos se tornan inconsistentes. Por eso y viendo que los presupuestos que hoy manejan jurisdicciones como Nación o la propia Ciudad son sustancialmente mayores que los de hace varios años atrás, producto del cumplimiento de la Ley de Financiamiento Educativo que aspiró (superó) a que la inversión educativa alcanzara los 6 puntos del PBI, lo que no se comprende es porque no se puede hacer al ritmo de otras gestiones con menos plata y mayores problemas en la inversión. Y en esto ambas jurisdicciones se parecen…
Como verán el programa sólo abrió la puerta, ¿Lo mío? Dar un pequeñísimo empujón para que no se entorne. Quedará en todos nosotros hacer un esfuerzo por encima de lo sectorial, lo parcial, lo menor para que este debate se profundice y encuentre los carriles lógicos para mantenerlo abierto y pujante por el tiempo que sea necesario… O lo que es lo mismo: siempre.
Si quieren ver el programa se puede haceren estos links

La Campora en las escuelas

La educación Argentina, datos que preocupan

Menos obras, más escuelas...

 


Comentarios

  1. Está muy bueno!!!. Filmus en su Libro premiado en 1995 "Estado y Sociedad en la Argentina", criticó -con dureza la ideologización de la enseñanza en el gobierno de Perón.

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  2. impresionante post Flavio, muchas gracias.

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  3. INSISTO EN MI POSTURA, NO SIRVIERON 5O AÑOS PARA BORRAR
    DEFINITIVAMENTE DE LA CABEZA DE LOS VIEJOS NI DE LOS
    JOVENES, IDEOLOGIAS YA PERIMIDAS, SE SIGUE CON LA METODOLOGIA OXIDADA Y LOS NUEVOS DOCENTES NO SON CAPACES
    DE BRINDAR UNA IDEA DE EDUCACION MAS PROGRESISTA QUE LA
    QUE POSTULAN.

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  4. Muy buen post. Los datos son contundentes y el análisis impecable. Gracias por poner esta info al alcance de la mano.

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  5. Puede calificar como docente esta nota? So-bre-sa-lien-te!

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