Arte e innovación ¿Cuánto acepta la Educación?

"Reunión de padres. La mamá de Kevin revisó preocupada el boletín: bajas notas en Matemática y Lengua. Sin embargo, no reparó, ni un segundo, en las muy buenas notas en Música y Plástica… Una constante en la entrega de boletines…"

(me lo contó una maestra amiga hace unos días)


En 1993, el psicólogo Rudolf Arnheim nos desafiaba en su libro “Consideraciones sobre la Educación Artística” con la siguiente sentencia: "El arte se ha degradado desde el Renacimiento". Este psicólogo fallecido en el 2007, a los 103 años de edad, nos provoca: "la sociedad ha hecho del arte un objeto poco valorado, degradándolo económica, histórica y socialmente".
Para algunos la escuela no estuvo ajena a ese proceso. Según Elliot Eisner, el lugar marginal que suelen ocupar las artes en el curriculum escolar se debe al predominio de ideas erróneas sobre la cognición y la inteligencia. A partir de la distinción platónica entre mente y cuerpo, el campo de la educación se ha construido en torno de una falsa dicotomía entre pensamiento abstracto y experiencia sensorial, inteligencia y talento, ciencia y arte. Se ha privilegiado la adquisición de un conocimiento lógico y racional, fundado en el lenguaje proposicional y el número, y se relegó el arte al plano de lo afectivo, de lo accesorio. El cuerpo y los sentimientos quedaron fuera de la escuela... Los que son docentes ésto lo conocen o lo padecen. La anacrónica e irreal división entre “maestros de grado” y “maestros curriculares de materias especiales” en las escuelas primarias, por ejemplo, son prueba evidente de esta mirada. Los conflictos "eternos" en las escuelas de jornada completa para que las materias relacionadas con el arte y el cuerpo vayan en horarios marginales mientras Matemática o Lengua se incorporen en los horarios centrales.
Eisner nos increpa: “Quienes nos hemos socializado como profesionales en la educación, por no decir en la cultura en general, vivimos inmersos en un mar de supuestos sobre la mente y el conocimiento que marginaron a las artes al dejarlas en un segundo plano de la mente y la comprensión” (en “La escuela que necesitamos”, Amorrortu, 2002).

Björk y los chicos de la Ciudad de Buenos Aires

"Bienvenidos a Biophilia , el amor por la naturaleza en todas sus manifestaciones; desde los organismos más pequeños hasta el más grande gigante rojo flotando en el lejano reino del universo... En Biophilia, usted experimentará cómo se conjugan la naturaleza, la música y la tecnología. Escuche, aprenda y cree... Estamos en el borde de una revolución... hasta que estemos ahí, prepárese, explore Biophilia". Con esa voz grave e inigualable, Sir David Attenborough, quizá el científico naturalista más conocido del planeta, inicia el pretencioso y megalómano viaje propuesto por Björk en su última obra: Biophilia. Un álbum con diez canciones, diez aplicaciones informáticas exclusivamente para iPad, "conciertos íntimos" con tratamiento de clínica… y en el marco de todo eso: un programa educativo para chicos…
Biophilia es una estrategia narrativa que aprovecha varios frentes para contar la ciencia a través de la música con nuevas tecnologías: encuentra similitudes espaciales y estructurales entre la formación de los cristales en la naturaleza y los patrones musicales, muestra de qué manera los virus se multiplican como música generativa, observa que la luna y sus fases -cuando gobierna grandes volúmenes de agua en las mareas- funciona del mismo modo que un secuenciador musical, prueba como las placas tectónicas rozan unas con otras a ritmos susceptibles de ser reproducidos por péndulos o compara la réplica del ADN dentro del núcleo de las células a una danza con ritmos definidos. Así podríamos continuar indagando en la estrecha vinculación de lo que la naturaleza moviliza diariamente y lo que dibujan las partituras musicales como si se tratara de su espejo sonoro.
Desde niña Björk fantaseaba con la idea de hacer música sin la necesidad de estar supeditada a la formación académica convencional, en otras palabras, crear jugando, aprender experimentando en contacto directo con la prueba y el error, con las manos en la masa de la música y lo que el mundo nos brinda en la vida cotidiana. Una experiencia completa, integral, basada especialmente en la intuición y en la libertad creativa. El programa educativo tiene ese espíritu lúdico y sus talleres demuestran que la cantante y compositora islandesa no estaba equivocada…
Y Buenos Aires tuvo una oportunidad entre las 8 ciudades del mundo elegidas por la propia Björk (Reikiavik, Londres y Nueva York ya han participado, Manchester será la próxima) para interactuar con chicos durante el 2012. En abril de este año mientras se presentaba el disco en Buenos Aires, alumnos de 5to grado de la Escuela Nro. 20 de Plaza Italia fueron los primeros en participar de los talleres, en una actividad enmarcada en el Programa Escuelas Verdes del Ministerio de Educación de la Ciudad.
Durante el encuentro los chicos entre 10 y 12 años crearon música con Ipads empleando las 10 aplicaciones educativas que vienen “en combo” con el CD y experimentando con los diversos instrumentos creados por la artista para este nuevo trabajo discográfico (no se pierdan este link).
Como crítica me quedo con las relatadas por Sebastián Ramos en su excelente nota para La Nación “Reikiavik está lejos de Buenos Aires y el touch argentino siempre dice presente”. Parece ser que las escuelas fueron convocadas de apuro: “apenas unos días antes y que aunque el programa está bueno, con tiempo se podría haber hecho mejor” dice uno de los docentes del grupo de alumnos. Pero, aún así, allí estamos, entre los pocos que están experimentando con estas cosas...
Según Curver Thoroddsen, un prestigioso músico y maestro islandés con residencia en Nueva York que está a cargo del programa: "En Reikiavik ya está aplicándose en varias escuela con una excelente respuesta de los estudiantes. En Buenos Aires hemos tenido reuniones con autoridades educativas para avanzar en un programa que se mantenga en el tiempo”.

Una promesa para no menospreciar. Una herramienta para transformar la escuela pública.

Como decíamos al principio, la reiterada necesidad de justificar la presencia de la música y el arte en general en la escuela, nos habla de la gran fragilidad de las disciplinas artísticas no sólo en el mundo escolar, sino en toda la sociedad. Parece que Björk estaría ayudándonos a terminar definitivamente con esas ideas...
Algunos dirán que la experiencia es pequeña y que no tiene impacto. No estoy de acuerdo... Recuerdo en este momento una experiencia personal. En el año 1999 coordinaba un programa de incorporación de nuevas tecnologías en la exSecretaría de Educación (actual Ministerio) de la Ciudad de Buenos Aires. Surgió la posibilidad, a partir de un acuerdo con Telefónica, de realizar 3 videoconferencias (inédito para ese momento) en 3 escuelas públicas de la Ciudad. La primera fue interconectar una escuela primaria, la Esc. 23 de San Cristóbal, con la NASA. Varios en ese momento dijeron que esto era como “mostrarles espejos de colores a los pibes”. La videoconferencia se realizó y los pibes quedaron fascinados con la posibilidad de charlar en vivo y en directo con un astronauta. Trece años después esta misma tecnología es utilizada por la presidente para presentar la inauguración, en el mismo acto, de obras en varios puntos del país. Nuestras escuelas hoy poseen, aunque parezca mentira, tecnologías para transmitir video por internet en tiempo real y están en condiciones de realizar acciones similares con diferentes puntos del mundo.
Imagino que a nadie se le ocurriría hoy pensar que, ese primer momento hace 13 años, fue en vano (o sí?).
La unión "arte y tecnologías" seguramente aportará un cambio radical en las maneras de aprender y enseñar. Frente a muchas cosas que funcionan mal en el sistema educativo hay algunas que siguen abriendo nuevos caminos. Varias de ellas desconocidas por la mayoría y que sería bueno poner en evidencia… Ésta es una de ellas. Es bueno saberlo… Y es mucho mejor que haya sido -como aquella primera videoconferencia en 1999- con pibes de la escuela pública…

Como "bonus" les dejamos un video en el cual dos argentinos, el biólogo Roberto Pozner y el músico Emilio Miler, ambos convocados por el Programa Biophilia, nos cuentan cómo vivieron esta experiencia…

Comentarios

  1. Soy docente de grado y concuerdo un 100% con lo expuesto en esta nota. Va a costar mucho cambiar la mirada y el enfoque social de la educación con respecto a las artes como curricula necesaria e imprescindible para la formacion integral de un ciudadano.

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