A propósito del Día Internacional para la Tolerancia...

A modo de breve intro:
Nacido en Lituania en 1906, como Paul Ricoeur, consagró su vida y su obra a la reconstrucción de un
pensamiento ético tras la Segunda Guerra Mundial. Para Lévinas, el término “filosofía”,
desde Sócrates ha adquirido un significado erróneo identificado casi exclusivamente
con el amor a la sabiduría. De esta manera, Occidente ha creado una
filosofía más preocupada por el ser (esencia) que por el ente (sujeto), olvidando
por completo las diferencias, los sentimientos. Al igual que Heidegger y
Nietzsche, Lévinas advirtió que esta filosofía nos ha acarreado más aspectos
negativos que positivos, conduciéndonos a una sociedad de “egos cartesianos” y ”ensimismamiento”.
Como consecuencia, hemos creado un mundo en el que olvidamos que
los sujetos también somos el producto de las pasiones y los sentimientos y de aspectos
básicos de carácter ético. Así, observó que la base de la
violencia es el interés, que debemos convertirlo en desinterés o, dicho de
otra manera, debemos ponernos "en el lugar del otro sin esperar nada a cambio". Corresponde,
por consiguiente, ver más allá de “uno mismo” y aceptar que “soy”, tal y como
señala Aristóteles en su Política, “animal cívico”, que a nuestro lado se
encuentra “el Otro” y que gracias a él “yo soy quien soy”. Con esto, Lévinas subraya la idea de
"alteridad", rechazando fórrmulas ontológícas cuya característica principal es
la de reducir a “lo mismo” todo lo que se opone a ella. En este contexto
conocer representa una estrategia de apropiación, de dominación. Muy por el
contrario, este filósofo, inspirándose en la tradición hebrea, buscó otro modo
de pensar esta relación: “no somos tan sólo hijos de
los griegos sino también de la Biblia”. Entonces les recomiendo la lectura de esta nota
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