Apretar o ser apretado: ¿Esa es la cuestión? - Democracia en peligro

Tony "el Gordo" D'Amico, mafioso de los Simpson
“Acosar, estrechar a alguien persiguiéndole o atacándole”.  Octava acepción de la palabra “apretar” según la 22ª edición del Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.“Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar en determinado sentido”. Segunda acepción de la palabra “extorsión” según la misma edición del mismo diccionario.
En los últimos años en Argentina hemos “naturalizado” en la política un mecanismo que “desnaturaliza” (no es un juego de palabras) el estilo de vida democrático basado en el respeto a la dignidad humana, la libertad y los derechos de todos y de cada uno.
Durante mucho tiempo considerados herramientas de matones y mafiosos, el apriete y la extorsión, parecen haberse instalado como formas cotidianas de hacer política en nuestro país.
Es cierto no somos originales en el planteo. En diciembre de 2010 y durante una interesante entrevista televisiva escuché al politólogo Guillermo O’Donnell introducír el concepto de apriete como la base de la operatoria política en la Argentina. Por supuesto alertaba sobre los peligros que traía.
Según O’Donnell, el kirchnerismo es el principal responsable de elegir este modo de hacer política que consiste, lisa y llanamente en hacer valer la correlación de fuerzas en cualquier circunstancia. Tal el caso de la relación Nación-provincias-municipios, los gobernadores e intendentes no pueden menos que ceder al chantaje del gobierno y alinear sus políticas con la Casa Rosada bajo pena de quedar desfinanciados o dejar de ser favorecido por la obra pública de Nación.
Pero como aclara el politólogo no solo aprieta el gobierno. La cultura del apriete y la extorsión alcanza también a sindicalistas, empresarios, barrabravas y otros colectivos que buscan satisfacer sus demandas. Sin dudas esta ominosa metodología destruye las condiciones de construcción del sistema democrático. Se anula el diálogo. Se confronta. Impera el modelo ganar – perder… Sociedad crispada… Sistema binario: “aprieto o soy apretado”.
En los últimos días este mecanismo se mostró de una manera impúdica y brutal. Aprovechando el pedido de información de la justicia helvética sobre posibles causas que estuvieran tramitándose en Argentina en la que estuviese involucrado Hugo Moyano y sus familiares, en el marco de una investigación sobre presunto lavado de dinero, el gremio de los camioneros llamó a un paro en defensa de su Secretario General. ¿En contra de la justicia suiza? ¿En contra de la justicia local? ¿En contra de quién?
No pasó desapercibido que el "apriete” tiene varios objetivos. El primero, una acción que intenta mostrar todo el  poder de movilización de los gremios en defensa del mantenimeinto del statu quo del modelo sindical. En este sentido hay antecedentes muy cercanos: 1.- 10 de febrero de 2011: "espontánea" movilización de afiliados de la UATRE a los juzgados de Comodoro Py y cortes de rutas ante la detención de su Secretario General, Gerónimo "Momo" Venegas, en el marco de la causa de los medicamentos adulterados; 2.- 25 de febrero de 2011: "sorpresivo" paro de 12 horas de las líneas Roca, San Martín, Mitre, Belgrano y Urquiza, tras la detención del titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, acusado por el asesinato del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra. Como vemos idéntica reacción de colectivos gremiales, ligados al peronismo federal o al peronismo kirchnerista, en defensa de individuos e intereses personales.
El segundo objetivo de mostrar el poder movilizador es un tanto más pragmático: “colar” la mayor cantidad posible de sindicalistas en el futuro armado de las listas del oficialismo que competirán en las próximas elecciones de octubre.
Pero los “aprietes” que vemos son sólo la punta del iceberg. Cotidianamente se reproducen en diversos espacios de la vida política del país. Por cuestiones de trabajo hemos presenciado en estos últimos cuatro años en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, más precisamente en el seno de la Comisión de Educación, mecanismos de "presión" sobre nuestros representantes, sutiles (y no sutiles) formas de apriete…
Alumnos que irrumpen en reuniones de legisladores con el Ministro de Educación con el fin de amedrentar a legisladores y funcionarios con elfin de lograr un número mayor de becas estudiantiles, gremialistas docentes que intimidan a legisladores durante las reuniones de Comisión para que definan positivamente el apoyo a proyectos que les otorga beneficios, “barras bravas” de clubes de fútbol que hacen “el aguante” en reuniones de Comisión para que el club obtenga predios como "reparaciones históricas", “barras oficialistas y opositoras" que a manera de aplaudidores o abucheadores, según sea el caso, se despliegan durante las presentaciones de la ronda de presupuestos por parte del Ejecutivo, entre otras. A diferencia de O’Donnell la cultura descripta no parece privativa del modelo kirchnerista.
Recordamos las palabras de un legislador, saliendo de la reunión en la que se firmaba el dictamen de un cuestionado proyecto sobre incorporación de cargos de la planta transitoria en el Estatuto de Docente: “La verdad no estoy de acuerdo, pero no tenía otra que acompañarlo con la firma. ¿Quién se anima a oponerse a la banda de docentes que vinieron?”. Un proyecto de ley poco analizado en el seno de la Comisión, amañado entre un Ejecutivo irresponsable y gremios que especulan, con errores técnicos graves y que a pesar de ser aprobado hace unos cuantos meses todavía no pudo ponerse en práctica. ¿Hay espacio para el disenso y la mejora de las propuestas legislativas?
Ninguna acción política, gremial o social justifica actuar sin sujeción a fundamentos técnicos, poniendo en riesgo el diálogo y la búsqueda de consensos en el marco de la ley, minando las bases de la democracia. La política del “apriete” genera violencia. Si no reaccionamos a tiempo seguramente en el futuro hechos como los que describimos se harán costumbre en cada ámbito político y social, generado mayor crispación, enfurecimiento y finalmente desencanto con respecto al modelo de vida democrático.
No hay dudas que para algunos sectores asociados al poder ésta es la mejor forma que tienen de llevar adelante las ideas, minimizando o mostrando su incapacidad para dialogar y escuchar.
Es común leer que uno de los objetivos de la escuela debe ser la formación de sujetos democráticos, buenos ciudadanos. La formación del carácter, el programa moral y político de la escuela, se califica a veces de “programa oculto”. Sin embargo hubo quienes como Jhon Dewey no dudaron en afirmar que la formación del carácter constituye “la única base verdadera de una conducta moral”, identificando esta “conducta moral” con la práctica democrática. Para Dewey estos elementos debían ser parte del diseño curricular prescripto. Para otros, como mi amigo Gonzalo Berra, "la Democracia es la gran escuela". El sistema necesita de sujetos democráticos, formados en el seno de la propia Democracia. Por eso la escuela -la sociedad en general- necesita dirigentes políticos, gremiales, sociales, económicos que condenen enérgicamente estas pésimas prácticas y lideren la lucha por desterrarlas: hacer docencia con nuestro pueblo a partir de sus conductas.
Por último les dejo una frase de Seyyed Hussein Nasr, filósofo iraní que nos pareció buena para finalizar “La democracia es algo muy valioso, pero, por desgracia, en nuestros días se ha convertido en una prostituta. Lamento decirlo, pero es así. Si entendemos la democracia como la participación libre de la gente en su propia vida, creo que es algo que todos los seres humanos desean. No es que a los españoles y a los ingleses les guste y que los birmanos la odien. Eso es una estupidez. Pero para que las instituciones democráticas crezcan, deben hacerlo desde el interior de una sociedad.”

JUEGO:
Les propongo ver este video y buscar frases donde el emisor está "apretando" a alguien...

Comentarios

  1. estoy de acuerdo con tus definiciones. pero me pregunto porqué no se investiga tambien al MATRIMOMIO,

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  2. La violencia, el destrato, el descuido por la sensación del otro son respuestas a la falta de expectativas. Una sociedad en la que se sabe casi con certeza que los hijos viviran peor que los padres genera situaciones de una tensión dificil, sino, imposible de procesar. Además, la cultura de la resistencia mezclada con un manejo clientelar de la pobreza han terminado por construir un escenario cultural extremadamente complejo que tomará décadas en empezar a revertirse. Y esa reversión sólo será posible cuando la política reconozca el problema, cosa que está, por ahora, demasiado lejos.

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  3. Los aprietes señalados son de los trabajadores y sus dirigentes. No se señalan los aprietes de los patrones rurales, los del grupo A en el congreso o los del Grupo Clarín a trabajadores, políticos y periodistas. El autor de la nota parece un intelectual orgánico de la clase dominante.

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  4. Gran post Fla!!!
    El apriete es fascismo.

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  5. Lamento que Bombita no se haya dado a conocer y se mantenga en el anonimato. Aunque tanto él como sepamos quien es voy a respetar ese "anonimato" y no me comportaré como un fascista tal como se comportan lossectores a los cuáles intenta defender con su comentario... Quiero por otra parte avisarte "Bombita" que no formo parte de Carta Abierta (¿es un grupo de "intelectuales orgánicos de la clase dominante"'). Meresisto a vivir y sufrir un país "binario".

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  6. En la medida que hablas de "la cultura del apriete" como mal abstracto; no puedo estar mas que de acuerdo con vos.
    Agregame como firmante a cualquier solicitada en contra del espiritu del mal y a favor de la moral y las buenas costumbres.

    Donde empiezo a discrepar es cuando ese mal abstracto se encarna en actores concretos.
    Podrias haber ilustrado ese principio del "apriete" en tantisimos actores politicos pero elegiste uno muy particular : el representante de la clase trabajadora.
    Ademas de contribuir a estigmatizar a un actor fundamental de la democracia; esta nota invisibiliza factores de PODER (me refiero al poder real, no al gobierno de turno).

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  7. La otra dimensión de la violencia política es el apriete desde el poder. En este caso, más bien en los últimos casos, estamos frente a ejercicios de este tipo. El problema es que cuando se combinan ambos tipos de violencia, la ejercida desde la falta de expectativa con la surgida desde el poder, el resultado social es lamentable.Me hubiera gustado escuchar algunas voces más de discusión frente al tema Clarin y La Nación. Tal vez no los leí, pero me faltó el comentario de la Presidente, del diputado Lozano, siempre dispuesto a hablar cuando se enciende una camarilla, del Socialismo. No me gustaría creer que hay quienes piensan que decir algo es estar con Clarín. Respondería al mismo esquema que el gobierno cuando separa las aguas entre quienes lo apoyan y quienes no, tildando a los últimos como réprobos y vendepatrias. Lógica binaria, aristotelismo puro que empequeñece la vida pública y privada, genera personajes como Bombita y dialectos tales como "intelectuales de la clase dominante", pobres.

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  8. Estimado Felipe: lo del sábado a la noche más el último posteo de Gabriel me libera de darte una respuesta completa... Igual te pregunto: ¿Vos crees que los sindicatos en la Argentina no son parte de ese poder real? (Hablo del modelo sindical argentino que maneja no por casualidad, desde Onganía para acá, a través de las obras sociales, nada menos que el 3% del PBI) Un gran abrazo

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  9. Flavio,
    no estoy tan seguro que lo del sabado libere de completar.

    Que se yo ... yo hubiese ilustrado la cultura del apriete a traves del Grupo Clarin cuya vida sindical interna es solo medible a traves del calculo infinitesimal.

    "Hablo del modelo sindical argentino que maneja no por casualidad, desde Onganía para acá, a través de las obras sociales, nada menos que el 3% del PBI"

    Al final tenia razon Peron cuando decia "no es que nosotros seamos muy buenos, lo que pasa es que los otros son malos" ( o algo asi)

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  10. Yo te banco, hace tantos años que nos conocemos... apretamos a nuestros hijos y ellos nos aprietan a nosotros... prefiero llamarlo negociación en su aspecto más amplio, que incluye medidas extremas, en algún caso. Creo que la mirada al entorno no nos deja menos democracia que al resto de países democráticos.
    Un afectuoso abrazo

    DFT

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  11. Estoy completamente de acuerdo con vos, el sistema de apriete se instalado como algo corriente, no podes tomar decisiones sin que te venga alguien atrás a decirte que debes hacer, sin importar cuan errado sea. Y tenes que bancarte todo porque sino te unden todo.
    En mi caso los los represantes sindicalistas, no me representan, son matones, que usan una causa justa para hacer lo que les antoja, y pasar por ensima de las leyes.

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  12. Anónimo: Lástima que no hayas dejado quien sos... Generalmente no habilito comentarios que no vengan firmados por alguien. Sin embargo, en esta ocasión, me pareció un testimonio sentido y vivido... Entiendo igual que no te hayas dado a conocer...

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