Momento de reflexión

El conflicto educativo parece haber entrado en una etapa de mayor racionalidad. Si es así, estaríamos frente a tiempos de "paz" y eso de por sí es muy auspicioso. En el último mes y medio el "ruido blanco" provocado por las luchas y los encontronazos verbales muchas veces han tapado hechos que son importantes.

Es por lo tanto, una buena oportunidad para realizar un análisis que se centre principalmente en aquellas actitudes o logros que se verificaron y que puedan ser motivo de reconocimiento. Intentaré aquí enumerar aquellas que, a mi modesto entender, son los más destacables.
1.- La actuación de los alumnos durante el conflicto. Nadie puede estar de acuerdo con la toma de una escuela (yo tampoco lo estoy). Sin embargo hay un elemento a reconocer: durante el lapso que duró el conflicto no hubo acciones de los chicos que llevaran a lugares sin retorno y hechos graves que lamentar. Muchas veces los chicos tuvieron una altura racional mucho mayor a la que los propios adultos esbozaron. Como ejemplo concreto cito la actitud atildada que tuvieron frente al "acoso mediático" de algunos comunicadores como Eduardo Feinmann que, las más de las veces, incitaron al desborde.

2.- La actuación del Ministro de Educación. Algunas veces sobreexpuesto o sobreactuado (como fue su triste participación en el programa “Duro de Domar”, Chan!!!) pero con una férrea voluntad por encontrar soluciones racionales y pacíficas al problema. Con un discurso mucho más razonable o "abuenado" que el de figuras como el Jefe de Gabinete, Rodriguez Larreta, o el propio Jefe de Gobierno, Mauricio Macri -cuando estaba en Buenos Aires- que se encargaron de realizar “contribuciones” a una escalada del conflicto subiendo la apuesta cada vez que un flash se encendía. La figura del ministro, más allá del desgaste previsible quedó en el centro de la acción. Habrá que revisar sin embargo que pasa en la “línea ministerial” por debajo del ministro, ya que parece que las soluciones vienen sólo cuando los funcionarios de primerísima línea se ven obligados a entrar en escena.

3.- La aparición y visibilización de un plan de obra. Finalmente apareció un plan de obras para un bienio 2010-2011 que parecía que no estaba. El manejo de la información sobre el plan propuesto y la comunicación oficial e institucionalizada a cada escuela responsabilizándose personalmente el propio ministro con su firma es todo un logro. Un plan con acciones concretas, la fecha de inicio, la duración de las obras y la fecha de finalización en cada caso que hace posible el seguimiento exhaustivo de las acciones. Un compromiso que deberá ser cumplido para no defraudar a los actores y volver al conflicto.

4.- La participación de la Legislatura. En especial de la Comisión de Educación como un ámbito para implementar mecanismos de mediación y encuentro. Varios legisladores del oficialismo y la oposición debieron relegar la lucha política para escuchar realmente los reclamos de los estudiantes. Se recupera un espacio de control de gestión que había sido muy menospreciado por el propio Ejecutivo y por los legisladores del oficialismo en el último año. Quedará en la calidad profesional de los legisladores mantener esta puerta abierta y mejorar el control.

5.- La apertura a la participación. La propuesta de la Legislatura, con la aceptación del Ministerio, de construir canales de participación de los padres, los docentes y los alumnos en la resolución del conflicto y el control de obras comprometen e involucran a actores hasta el momento “ninguneados”. En este caso creo que habrá que profundizar estas acciones en la línea de la “reinstitucionalización” de las escuelas, apoyando y apoyándose en sus autoridades, más que pensar en la creación de órganos corporativos donde se deslegitime la acción de las conducciones escolares. Algo que, más allá de la herramienta legislativa que se piense, sólo puede hacer una gestión política.

6.- El sinceramiento del Ejecutivo. Es cierto puede que sea a medias, pero sinceramiento al fin, de los errores cometidos durante estos dos primeros años y medio de gestión con faltas de previsiones presupuestarias, bajas ejecuciones y, en algunos casos, prioridades equivocadas en las obras que el parque edilicio requería. Quedó demostrado que el “vendaval eficientista macrista” no existió y los “macronúmeros” presentados durante casi dos años son parte de una expresión de deseo más que una realidad. A esta franqueza podría agregarse la rectificación de un plan que promete terminar antes de la finalización de la actual gestión en la mayoría de los casos. Habrá que ver si se puede pero por lo menos existe una voluntad de reiniciar acciones que nunca debieron frenarse. Acá debo hacer una mención especial a Mariano Narodowski quien con absoluta sinceridad plantea en su blog personal que las inauguraciones realizadas por él como Ministro fueron todas obras iniciadas en anteriores gestiones. Algo poco usual entre los funcionarios nacionales, provinciales o municipales de todo el país y en diversos momentos históricos.

De acá para adelante quedará hacer ajustes en los mecanismos de gestión para cumplir con lo pautado, un férreo seguimiento de toda la comunidad para “ayudar a dar cumplimiento” a las promesas y un importante trabajo para restablecer las condiciones mínimas institucionales que vuelvan "normales" las actividades en los establecimientos que estuvieron con toma. Para ello habrá que pensar en acciones que ayuden a sanar las posibles heridas producidas en el "tejido social" de las escuelas. Esto último es una acción ineludible del Ministerio.

Además y no por eso menos importante será esencial que arribe un tiempo de autocrítica serena y equilibrada que deberemos darnos cada uno de los miembros de la comunidad educativa (en especial los adultos), analizando nuestra actuación frente al conflicto. Será un tiempo para pensar seriamente como modificar las actitudes y posiciones asumidas durante el episodio y la instalación definitiva de dispositivos que anuncien y favorezcan la resolución de conflictos en el ámbito educativo. El trabajo cotidiano y ese análisis nos puede llevar a mejorar las acciones y re-acciones que gobierno, representantes legislativos, autoridades de escuelas, docentes, padres y alumnos tuvieron en esta última ocasión. Siempre hay una posibilidad de aprender. Que este hecho nos sirva para eso. Por algo hablamos de Educación.

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