Otra vez, la educación...


No habían transcurrido veinticuatro horas del lamentable suceso en el superclásico de la Copa Libertadores entre Boca y River cuando me llegó por mail este texto de mi amiga Susana Martín... Como buena docente, didácticamente te explica en pocos párrafos como vió esta sumatoria de desastres desde una mirada educativa. Me pareció interesante publicarlo en mi blog (con el permiso de Susana) y así lo hago...
Espero lo disfrutes...


No miro fútbol. No me entretiene verlo. Sin embargo trato de estar informada, casi por una cuestión de respeto y consideración a mis amigos y colegas hombres; para que no se incomoden a la hora de intercambiar opiniones en alguna reunión. Anoche, compartí con mi marido, también como una forma de estar más tiempo juntos, el partido superclásico Boca-River .Un encuentro particular, un partido de características internacionales.
Terminó un primer tiempo. Resultado parcial 0 a 0.
El anuncio de la salida de los jugadores de River al campo de juego anunció el caos.
No es necesario describir cada acción, cada acontecimiento, si es imprescindible analizarlas, entender que pasó, que nos pasa a los argentinos.
Estamos preocupados por la inseguridad. No es una sensación. Los hechos nos demuestran que los que tienen que cuidarnos, los responsables de nuestra seguridad no están. Están ausentes en el momento y están ausentes o se corren a la hora de determinar sus responsabilidades. Irresponsablemente nos abandonan, nos dejan solos. A la merced de los violentos, de los desadaptados, de los delincuentes.
Estamos sorprendidos por la ineficiencia de las organizaciones, sus dirigentes y funcionarios. La falta de respeto por las normas. La no consideración del otro y sus derechos. El desprecio por el otro, especialmente si ese sujeto no comparten nuestras ideas, elecciones u opiniones.
Ayer las escenas del partido, que no concluyó, fue la demostración más amarga de las conductas sociales de muchos argentinos, de muchas de las instituciones en nuestro país.
Las escenas nos remitían a imágenes vistas antes o historias, ya contadas. Pero al modelo expuesto le faltaba algún elemento, una pincelada antisocial, para completar el cuadro de crisis cultural, la increíble y alarmante falta de solidaridad. El no poder comprender lo que le pasa al que está a mi lado, ponerse en su lugar. Contenerlo, acompañarlo...
Pero cuando creímos que las dolorosas acciones se perdían, desdibujaban como las pálidas luces de un estadio testigo, la película de la vergüenza ponía como final inesperado el "saludo homenaje" de un grupo de jugadores a sus seguidores violentos, desafiantes. Las recompensas a las que nuestra sociedad nos quiere acostumbrar, como una forma de naturalizar el desprecio por las normas de convivencia.
No sabemos quién o quienes ganaron ayer. Quienes festejaron los acontecimientos.
No hay duda de un fracaso: fracasó la educación y todas las conductas sociales que ella promueve.
También hubo perdedores; la sociedad argentina en su conjunto.

                                                                                                                   Susana Martin*

* Susana es Licenciada y Magister en Educación con especialización en gestion... Pero sobre todo una gran amiga...

Comentarios